La micromovilidad está cambiando.
[caption id="" align="alignright" width="450"] Tiene dos baterías de iones, cada una con 52 células, con una capacidad total de 1.250 Wh lo que permite una autonomía de 62 kilómetros[/caption]
Škoda saca la Klement. Un claro ejemplo lo tenemos con la masificación de los patinetes eléctricos en las grandes ciudades. Las personas buscan nuevas formas de desplazarse de manera rápida y ecológica sin tener que recurrir a un medio de transporte tradicional como es el coche. Skoda es una de las marcas que más está trabajando para dar una respuesta a los nuevos retos que presenta la movilidad en las grandes urbes.
Aprovechando la celebración del Salón del Automóvil de Ginebra 2019 el fabricante checo ha presentado en sociedad su nuevo vehículo conceptual. El Skoda Klement. Un proyecto que muestra la visión de Skoda sobre la micromovilidad sostenible en la ciudad. Estamos ante una bicicleta eléctrica que permitirá desplazarse por nuestras urbes de cemento y asfalto de manera eficaz y sin generar emisiones durante el desplazamiento.
En el manillar tiene un soporte para smartphones con carga inductiva.
Algunas aplicaciones que Škoda ofrece son: la función Coming Home (se activan las luces y se apagan tras un tiempo cuando usamos la bicicleta), la llamada de emergencia automática, el diagnóstico y mantenimiento remoto. Los propietarios también pueden programar un área restringida con geofencing (permite saber cuándo una persona está cerca de la bicicleta).
El objetivo de la marca es dar a conocer otro tipo de movilidad a clientes jóvenes que tengan una sensibilidad medioambiental y que quieran ir al trabajo de una forma diferente al coche.
Skoda destaca que el Klement ha sido diseñado para realizar el viaje diario de ida y vuelta al trabajo y está enfocado especialmente a la población joven. Cuenta con un marco de aluminio y un sistema de suspensión configurada para ofrecer un alto nivel de confort. No hay palancas ni cables a la vista. Los pies del ciclista descansan sobre unos pedales fijos, unos pedales que son empleados a su vez para acelerar o frenar.
Alto nivel de conectividad.
Si desplazamos nuestro peso hacia adelante en el pedal, el Skoda Klement acelerará. Si realizamos la acción inversa, el freno de disco hidráulico frenará. Por cierto, está dotado con un sistema ABS para ofrecer una mayor seguridad. También incluye un faro, una luz de freno e indicadores integrados en los pedales, todo ello en tecnología LED. Cuenta además con un soporte con cargador inalámbrico para teléfonos móviles compatibles. Con nuestro smartphone podremos disfrutar de un alto nivel de conectividad.
Podremos conectarnos al Skoda Klement para poder usar distintas funciones como herramientas de diagnóstico y mantenimiento remoto, llamada de emergencia y, por ejemplo, programar un área de uso restringido.
En las entrañas del Skoda Klement se encuentra un motor eléctrico que desarrolla una potencia de 4 kW (5 CV) y que permite alcanzar una velocidad máxima de 45 km/h. Cuenta con dos baterías de iones de litio y con una capacidad total de 1.250 kWh. Cada una tiene 52 celdas. La autonomía del Skoda Klement alcanza los 62 kilómetros con una sola carga. Las baterías se pueden quitar y cargar fácilmente usando un enchufe doméstico. El peso total de esta bicicleta eléctrica es de aproximadamente 25 kilogramos.
Sin entrar más en detalles, Skoda asegura que se podrían añadir muchas más características en una futura versión de producción del Klement. Habrá que esperar para ver si finalmente vemos una bicicleta eléctrica de esta índole en el mercado con la insignia de la compañía checa.
Fuente de la página https://www.motorpasionmoto.com
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